Ella espera en su torre, lleva haciendolo tanto que el tiempo dej贸 de contarse con manecillas, o con hojas de un calendario, espera y espera... y simplemente parece que nadie acudir谩, que nadie siente inter茅s por ella, que quiz谩s no tiene valor para nadie. ¿qu茅 ha pasado con aquellos a los que ella les tendia la mano en tiempos pasados? ¿qu茅 hay de quienes se dijeron ser sus seres queridos? ¿que hay de quien dijo que la ve铆a en su vida y que cre铆a que ella tambi茅n le ve铆a en la suya?
Promesas, promesas... promesas
Y por promesas que nunca se cumplen ella est谩 en esa torre, puesta ah铆 por alguien que le prometi贸 libertad y felicidad.
Promesas de todos, promesas que ella crey贸.
Sabe que ella tiene la culpa porque no puede decir que alguien la oblig贸, fu茅 por libre albedr铆o que ha llegado a este punto.
Desesperada ya no sabe que hacer, parece ser que la unica salida es la ventana por la que observa el paraje solitario sin un alma que le auxilie, pero no tiene la fuerza para saltar, quiere seguir teniendo f茅 y esperanza, quiere seguir creyendo que formar谩 parte de la vida de alguien que forme parte de la suya, alguien a quien quiera y por quien daria todo lo que resta de si misma.
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