Sangre, Capítulo 1 - Parte 1 (Llegada)

Sale de un auto que ha aparcado delante de la gran fachada de imponente estilo neoclásico, la escalinata le conduce a una gran puerta de roble, finamente barnizada, con molduras y boisseries, percibe el olor a hierbabuena y quizás jazmín que proviene del gran jardín delantero, del cual poco se distingue debido a la noche que ha empezado a caer. la farola ilumina el picaporte con forma de cabeza de león -tic, tac, toc... - tres veces la hace sonar, detrás se escuchan pasos acercándose, una mujer mayor abre la puerta, va vestida de azul marino, su cabello blanco se encuentra recogido en una cola de caballo, se ve que de joven debió ser muy bella, pues muestra aun pocas arrugas, una piel verdaderamente envidiable, tendrá alrededor de 60 años
-Buenas noches... - dice la mujer. -Buenas noches!, disculpe me ha llegado una carta con una cita en este sitio, venía firmada de parte de mi madre, no sabia que había vuelto al país! - la mujer hace una mueca de irreconocimiento para después abrir los ojos al recordar algo

-¡es usted Verónica?
-sí, soy yo...

Sueños...

Las voces en su cabeza le dicen que hay camino por delante

pero sus ojos no lo pueden ver y su corazón, no lo quiere ver

sus pies sucios y llenos de llagas del camino transitado

su piel desgarrada, lastimada y sus ropas hechas girones

de todo aquel valle lleno de espinas que ha cruzado

¿qué mas pesadumbre habrá por delante?

ya no lo quiere saber

 se deja caer...

 sus puños cerrados golpean la tierra

las lagrimas no dejan de correr por sus mejillas

quiere perderse dentro de sí misma, quiere soñar con otra vida...

Amor de mi vida

 Amor de mi vida
nunca coincidimos en este mundo
en este paradigma, en este soñar
te busqué y nunca te encontré
miré en las nubes y en las flores
en los pozos y los mares
en las hojas de los arboles

Quisiera encontrarte en otra realidad
y conocernos cuando aún era tiempo
antes de que mi corazón quedara destrozado
quiero que me quieras
y mirar tu rostro al despertar a tu lado
alcanzar tu mano tumbados bajo el sol
pero no estás aquí
porque no te pude encontrar

Amor de mi vida
si un día apareces y no estoy aquí
quiero que seas feliz, aún sin mi
espero que en un mundo nos encontremos
y poderte dar todo lo que en mi tuve que guardar
y las lagrimas caerán de felicidad
porque ya solo no habria de estar.